¿A quién no le gustan los masajes? Pero detrás de ellos hay mucha más magia de la que imaginas. Los masajes para bebés tienen un efecto positivo a varios niveles. En este artículo aprenderás cómo puedes utilizar esta magia.
Los estudios lo confirman: Cuando se toca y acaricia mucho a los bebés en los primeros meses de vida, lloran menos. Duermen mejor, están atentos, curiosos y más contentos. Gracias a los masajes regulares, el bebé experimenta mucha seguridad y tranquilidad y, como resultado, puede relajarse bien. Los masajes para bebés forman parte de diferentes culturas desde hace siglos. El bebé se experimenta a sí mismo y a su mundo a través del tacto, porque el tacto es nuestro primer lenguaje.
A la mayoría de los bebés les encanta que les toquen, les lleven en brazos y les acunen. Esto es similar a las condiciones que los bebés no nacidos ya experimentan en el útero. El calor, el tacto y la seguridad son aspectos importantes de la relación entre padres e hijos después del nacimiento. El masaje para bebés les ofrece, como padres, la oportunidad de dedicar conscientemente tiempo a su bebé y aumentar su conciencia corporal. Amor, seguridad, relajación: todo esto se lo transmitimos a nuestro bebé.
Utilizado con regularidad, el masaje infantil es un método maravilloso para nutrir interiormente de amor a tu bebé y favorecer óptimamente su desarrollo. En un ambiente caracterizado por el amor, la ternura y mucha seguridad, el mundo exterior se abre al pequeño y tierno ser, lo cual es indispensable para su desarrollo físico y psicológico.
¿Cuándo es el momento perfecto para un masaje infantil?
A los bebés les encantan los rituales y las costumbres fijas, por lo que el masaje también puede convertirse en un ritual que tenga lugar siempre a la misma hora del día. Por supuesto, no hace falta que des masajes a tu bebé todos los días. Un buen momento para un masaje relajante es por la noche. Antes de acostarse, el bebé puede relajarse fácilmente y procesar los acontecimientos del día. Bastan de 10 a 15 minutos de masaje cariñoso.
Hay muchas instrucciones sobre masajes para bebés. La mayoría se refieren, por ejemplo, al masaje del vientre para el estreñimiento, o al masaje de los pies para los primeros éxitos en las patadas. Sin embargo, si quieres masajear a tu bebé sólo para relajarte, puedes actuar libremente y proporcionarle descanso con suavidad. Es importante que la habitación en la que se realice el masaje esté suficientemente caliente. Tú también debes estar relajada para evitar la inquietud. Unas ligeras caricias en el vientre, la espalda, los pies y la cabeza calmarán al bebé. Nunca debes masajear con presión, ya que puede resultar doloroso. Cada bebé es diferente, así que puedes aprovechar los primeros masajes para conocer sus necesidades.
¿En qué benefician los masajes a mi bebé?
El masaje abdominal alivia la hinchazón y trata los cólicos, mientras que la reflexología estimula el metabolismo y la digestión del bebé. Un masaje para bebés no sólo le da paz y calma, sino que puede tener maravillosos efectos secundarios. Además, cada sesión de masaje refuerza el vínculo entre tu bebé y tú. Por cierto, durante este hermoso ritual también se entrena la conciencia corporal de tu pequeño.
PD: Por cierto, los masajes para bebés también son muy populares entre los papás. Algunos papás pueden perderse el cuidado diario del bebé en los primeros meses, sobre todo si están en el trabajo durante el día y el bebé es amamantado por la mamá. Un masaje regular puede convertirse en un ritual y fomentar un estrecho vínculo entre papá y bebé.